Regresando al hogar
Hoy es un buen día para regresar al hogar.
Y ¿qué significa regresar al hogar? ¿Dónde está ese sitio tan anhelado? ¿Realmente puedo regresar allá? Muchas veces me he hecho esta pregunta y sólo hace pocos años he empezado a reconocer una respuesta. Ésta es una respuesta interna y me dice que “el hogar no es más que el recuerdo de Dios”.
Hoy es buen día para regresar al hogar.
Hoy es un buen día para regresar al recuerdo de Dios.
Y el ego ha querido ponerle sitio geográfico al hogar, buscando sinónimos en el mundo. A veces pareciera que el hogar está en casa de tus padres, a veces con tu pareja, a veces simplemente frente a una chimenea y de una u otra forma hemos buscado encontrar ese hogar con muchos, de ahí nuestra perenne búsqueda de la relación perfecta, del sitio perfecto. No obstante, ¿ A dónde quiero regresar realmente?
A todos nos ha pasado en algún momento que aquel lugar que considerábamos nuestro “hogar” se convertía por momentos –a veces cortos, a veces más prolongados- en un infierno. ¿Cómo puede nuestro verdadero hogar cambiar y ser el lugar más anhelado y también el infierno? Probablemente ha sido así porque ese REALMENTE no era el hogar tan anhelado. Entonces … ¿Cómo llego al hogar?
Padre …. Dime: ¿Cómo llego a mi hogar contigo?
“Mi hogar me aguarda. Me apresuraré a llegar a él.” Lección 226
Si … estoy apresurada por llegar a mi hogar. Y mi hogar –ya lo sé- no es de este mundo. Tal y como dijera Jesús en su momento. “Mi reino no es de este mundo”. “Mi hogar” y “Su Reino” están juntos, son uno solo.
“Puedo abandonar este mundo completamente, si así lo decido. No mediante la muerte, sino mediante un cambio de parecer con respecto al propósito del mundo.” “¿Qué necesidad tengo de prolongar mi estadía en un lugar de vanos deseos y de sueños frustrados cuando con tanta facilidad puedo alcanzar el cielo?”
Padre, mi deseo es hacer tu voluntad.
Mi deseo es encontrarme contigo en nuestro hogar eterno.
Oigo tu Voz que me canta la dulce canción de la confianza y por ello decido hacer sólo Tu voluntad. Padre, Tus brazos están abiertos, puedo verlos, puedo sentir su calor que me llama. Hoy es el instante de mi liberación. Hoy es el día en el que regreso a mi hogar en Ti y nos encontramos felizmente de vuelta en el Cielo.
¿Qué otro hogar podríamos tener?
Hace meses que sé que mi tiempo en Mérida se terminó. A mi retorno de la primera Gira por Estados Unidos, el año pasado en septiembre, se me indicó interna y muy claramente durante una profunda meditación una mañana, que cancelara todos mis grupos permanentes de estudio de Un curso de Milagros e IntroDanza (que eran 4) y que esperara invitaciones. Fue una invitación a confiar, nuevamente. Y yo la acepté y confié. No tenía idea de quién me invitaría, ni cómo funcionaría este nuevo estilo de vida para mí, pero confié. Y sucedió ¡ Empezaron a llegar las invitaciones, una detrás de la otra, incluso otra Gira para USA en febrero de 2007, una semana en Colombia y reiteradas visitas a Caracas, así como a Maracay y a San Cristóbal. Pero aun así, aunque ya yo sentía que era tiempo de levantar el vuelo y seguir nuevas indicaciones, mi resistencia a seguir adelante no me permitía “escuchar” la Voz que todo lo sabe, la que me Guía … cuando se lo permito.
Me dí cuenta de mi apego a “mi país” …. Me di cuenta de “mi sentido de pertenencia” en el mundo … Reconocí “mi necesidad” de hacer mi voluntad y responder a mis deseos, en lugar de dejarme Guiar, sin juzgar esas indicaciones.
… Y fui trabajándolas poco a poco, con mi “poderoso acompañante” ….. la Voz que todo lo sabe, la Voz que sabe –mucho mejor que yo- lo que me conviene y fui abriendo más y más mi corazón y mi mente a Sus indicaciones de dejarlo todo atrás; de dejar todo lo conocido, de dejar “mis cosas”; dejar atrás mi “zona de confort” y seguir Sus indicaciones de seguir adelante sabiendo que regresar a mi hogar no tiene nada que ver con el espacio geográfico en el que me encuentre, sino con el espacio amoroso donde mi mente se re-encuentra en la de Dios por toda la eternidad.
Allí, en ese espacio abierto, diáfano, sin idioma, sin paredes … en el Amor eterno, me encuentro contigo para siempre y no me es posible abandonarte jamás.
Ya no deseo reemplazar la verdad con vanas ilusiones. Ahora sólo anhelo unirme a nuestro Padre por siempre jamás en la Paz. Y es desde este espacio que comparto contigo que se me ha indicado que me mueva geográficamente hacia España.
Y han aparecido los símbolos, un ángel que se llama “Nacer” y el simbolismo del que nace -libre de polvo y paja- sin bienes, sin acumulaciones de ningún tipo, dispuesto a recibirlo todo. Y tengo meses escuchando hablar de España, primero en Estados Unidos, luego al llegar aquí, en San Cristóbal, luego por email, …. Jonás que me escribió desde Barcelona: el primer email vinculado al curso que recibo desde España…. Todos símbolos muy importantes que me indican que es tiempo. De septiembre a septiembre, un año para finalmente dejarme guiar y aceptar que ya es tiempo.
Nos mudaremos físicamente de Venezuela a España en septiembre de 2007. En mi corazón no hay mudanza. El Amor sigue estando en el mismo lugar. La entrega sigue inamovible, gracias (literalmente) a Dios. Aun no nos hemos movido y ya tengo invitación de regreso para mayo 2008 … en fin … les comparto que me siento en plena confianza de que este movimiento tiene un propósito santo: sanar la mente del hijo de Dios y restituirle finalmente su mente recta, en su hogar.
Me siento muy en paz. Me siento en quietud. No tengo mayor “euforia” … y tampoco “nostalgia” solo siento la plenitud de saber que estoy dispuesta a hacer Su Voluntad en favor de la dicha eterna. Aquí me uno contigo por siempre. Gracias Dios! Gracias ¡ Te amo con profunda gratitud !
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